La Veranda de Rafa Rius
Que sepamos, la moneda oficial de Suecia es la corona (0’1€, aprox.) y su Jefe de Estado, también lleva corona. Pero no hablemos de Suecia, que nos cae algo lejos y quizàs demasiado al Norte. En España, no tenemos coronas en moneda (de momento estamos en la zona euro) pero sí en la Jefatura del Estado. Y de ello quería desvariar brevemente.
En las tres cuartas partes de los últimos trescientos años de la historia de España, la Jefatura del Estado ha sido ocupada por borbones. A principios del s. XIX fueron desalojados por Napoleón… y volvieron (En el interludio napoleónico se proclamaron las Cortes de Cádiz recientemente efemerizadas y puestas como ejemplo de un moderno liberalismo que incluía la monarquía, el colonialismo, la esclavitud y la negación de los derechos políticos de las mujeres) Cuando la monarquía de Isabel II alcanzó un grado de desprestigio tal que la hacía insostenible (1870) buscaron en Italia a Amadeo de Saboya que sólo aguanto la situación dos años. Tras la efímera 1ª República de 1873 y la Restauración monárquica del general Martínez Campos… volvieron los borbones. En 1923 el general Primo de Rivera dio un golpe de estado (dictadura hasta 1930) y … los borbones siguieron (Alfonso XIII no puso mayores problemas, siempre que lo dejaran seguir con sus cacerías, sus prostitutas y sus coches de lujo) Tras el paréntesis de la 2ª República, los asesores de Franco pensaron con buen criterio que, ya que su dictadura no tenía sucesión posible, los peleles y manejables borbones encarnados en la figura de Juan Carlos, eran la mejor opción para que los grupos de poder franquista conservaran sus privilegios, así que, los borbones… volvieron, ratificados por la cobarde y chantajeada Constitución (o los borbones o el caos) contando con la aquiescencia de todos los partidos políticos –incluido el comunista.
Así, hasta ahora mismo en que los continuos tropezones y torpezas del monarca lo han vuelto a poner en el punto de mira. Y hete aquí que, aprovechando la coyuntura, las tenaces y diezmadas huestes republicanas, vuelven a sacar pecho reclamando el advenimiento de la 3ª República.
¿Supondría un avance el hecho de deshacerse de esa corte de los milagros borbónica? Sin duda. ¿Una 3ª República sería la solución idónea? Eso ya me plantea mis dudas. Una república, sin más, en el actual contexto histórico y sociopolítico no resolvería los principales problemas que nos agobian. Grecia, Irlanda, Portugal a Italia son repúblicas y ahí están. Algunos de los más sangrientos genocidas de los últimos tiempos -Mr. George W. Bush por ejemplo- han sido conspicuos republicanos. La 2ª República española, tildada por los fascistas de “roja” contó con personajes tan poco sospechosos de izquierdismo como Gil Robles, Lerroux o el mismo Azaña y sólo fue de izquierdas los últimos cinco meses previos a la Guerra.
Los problemas reales y cotidianos de la gente de a pie van más allá de la formalización política que adopte el Estado. Mientras no consigamos acabar con el capitalismo salvaje que nos explota y humilla y el Estado que lo ampara y protege, nada mejorará nuestra situación. Mientras no nos rebelemos contra nuestro estado de sumisión voluntaria, nunca conseguiremos que se respete nuestra dignidad como personas.
Nos entretienen con el chocolate del loro. ¿Que el Rey, con la que está cayendo, se rompe una cadera mientras se solaza cazando elefantes en Botswana y su nieto se dispara en el pie? A nosotros que nos importa.. Sólo es una más en la larga cadena de estupideces borbónicas. El monarca no hace ni lo que se espera de él. El Rey sólo vende imagen y ni eso sabe vender. Si caen los borbones, mejor. Entretanto, dediquémonos a luchar por lo que verdaderamente nos interesa y dejemos de prestar atención a las chorradas con las que pretenden distraernos de lo nuestro.
La corona es la moneda oficial en Suecia y el Rey de España tiene problemas conyugales. Pues bueno, pues vale, pues me alegro.