Miguel Angel, Benimaclet
Reconozco que ayer voté. Abstenerse hoy está mal entendido aunque sepamos que hay truco, pero la presión a la que está sometido el ciudadano de alguna manera se libera fisicamente al echar la papeleta.
Supongamos que la abstención es total y nos cargamos el sistema ¿Qué ocurriría? España no deja de ser una pequeña parte de un total, si un país “cae” los otros que se mantienen dentro del sistema ¿Qué postura adoptarían?¿apoyarían esa revolución o se frotarían las manos y harían leña del árbol caído? Seguramente se darían ambas opciones ya que la sociedad civil lo apoyaría mientras que los poderes fácticos se opondrían.
Tengamos memoria histórica, algo parecido pasó en la guerra civil española y el palo fue tan fuerte que aún no nos hemos recuperado del todo. Esto se traduce en miedo. Significarse hoy por hoy sigue dando miedo, sobre todo porque existen jueces que no te van a aplicar a ti la misma ley que a ellos ( los garantes del sistema ).
Que no se culpe a la ciudadanía de lo que no ha sabido hacer la justicia.
Mas aún, es indecente transferir esa responsabilidad.
El 15M dicen que no tenía color, que no estaba canalizado. Correcto.
El 15M lo que busca es transparencia, la “ausencia de color” que es lo que debe caracterizar a la justicia.
La juventud de alguna manera tiene tiempo por delante para cambiar, mientras que nuestros mayores miran mas hacia detrás que hacia delante.(conservadores) A nadie le gusta que le digan que ha hecho mal y aceptar una carga que no van a poder redimir. Pero ¿donde está la frontera entre joven y anciano? Uno deja de ser joven cuando se resigna. Hay jóvenes estupendos de más de 80 años.
Intentemos no perdernos en el cansancio ni en la trampa administrativa (retrasar cualquier proceso hasta el hastío) asumamos lo que tenemos y peleemos por un mundo más justo.
SALUD.