Esplendor en el 1 de Mayo
Ángeles Sanmiguel
Resurge el ímpetu, “estamos volviendo a ver a la gente saliendo a la calle, hay que ser conscientes de que avanzamos”. Ante la posibilidad de una esclavitud civilizada cabe movilizarse en denuncia de cualquier injusticia o quebranto laboral, por la defensa los derechos y puntualmente para “denunciar la subida del precio de la vida, como cuando se reivindicaba la jornada de ocho horas”. Gobiernos alternos han confeccionado una maraña insondable que ni desde los propios núcleos osan desentrañar, en ella el pertenecer a la clase obrera es un juego malabar de incertidumbres y abusos. ¿Vida y trabajo disociados? Resaltar que “estás viviendo cuando trabajas” ¿es la doctrina? En la potente y pacífica manifestación valenciana del 1 de Mayo tomaron relevancia colectivos anarquistas autónomos entre ellos Aprocav (Alianza Proderechos Castellón, Alicante y Valencia) la única “que da cabida, que incluye, a las trabajadoras sexuales”. Junto a la organización anarcosindicalista CGT se manifestarían El Punt, Ateneo Libertario del Cabanyal, Escuela Meme, Dones al Front, Orgull Crític, Gata Negra, CSOA L´Horta, BSOA Can la Caixeta y Dones i Prou.
Marc, desde hace un año, es responsable de medios de comunicación en la Confederación General del Trabajo (CGT) del País Valencià y Murcia, este veinteañero reconoce que la juventud en eventos reivindicativos “tiene dificultad para movilizarse” debido al espacio laboral donde se encuentran con la añadidura de lo “vertiginosa que es la vida para organizarse”, todo ello sin desdeñar el aporreo de mensajes que “fomentan el individualismo” y el no menos machacador eslogan de que “todos podemos ser empresarios” inculcador del “estado mental de la clase media” pero el sindicalismo combativo está ahí y toda persona trabajadora tiene esa herramienta aunque se cuestione: “¡Vale! ¿cómo la utilizo?”. Marc señala que el sindicato CGT “no se centra puramente en las reivindicaciones laborales, dentro está lo social y todo se mezcla, muchas “compañeris” están en centros culturales okupados, necesitamos movimientos de lucha colectiva” donde la juventud manifieste y desarrolle su activismo. Marco Tulio Cicerón cónsul sufecto, senador de la Antigua Roma y retórico sentenciaría: “¿Qué cosa es más agradable que una vejez rodeada de una juventud afanosa de aprender?” algo que define la explosión de vitalidad joven contemplada en un primero de mayo entusiasta y diverso.
Aspirar a trabajar toda la vida en el mismo trabajo, como antaño, es ilusorio, trabajosesporádicos, a corto plazo, tal vez por un año como mucho, son las ofertas del actual prototipo de mercado laboral por lo ni tan siquiera es factible sindicarse, gracias a este modus operandi de la patronal se diluye cualquier reivindicación organizada capaz de hacer pupa así mismo teletrabajos y desempeños autónomos, tan potenciados y presagiados como medida líder en un próximo futuro, obvian plantillas fabriles y entornos colectivos saboteando el germen y la línea de flotación de la lucha obrera. “En Valencia no está la juventud libertaria, no existen ahora mismo, hace unos años había más gente joven” apunta el también integrante del CSOA L´Horta donde se reconoce como de los más jóvenes. A pesar del silencio absoluto en el panorama informativo reglado en torno a movimientos culturales y activismo juvenil no por ello estos dejan de bombear energía a la sociedad contemporánea, destacar Futuro Vegetal que engrosa sus filas, a pasos agigantados, con chispeante juventud.
¿Se han perdido generaciones en el sindicalismo de lucha? ¿Tiene algo que ver el continuo machaque del “discurso del emprendedor” que tanto ha llenado los bolsillos con subvenciones y matrículas a notorios centros formativos? ¿Placebo contra la frustración de un desastroso índice de paro juvenil y la imposibilidad de profesionalizarse en lo estudiado? Ante comicios electorales las arcas públicas se abren para dar dinero a la juventud en vez de consistentes soluciones laborales que propicien firmes proyectos de futuro ¿podrán seducirles lo suficiente? Un antiguo proverbio apunta: “La fe en el poder curativo de la cabeza de una sardina muerta, la convierte en un poderoso remedio”.
En fecha tan señalada y con miles de personas trabajadoras unidas mencionar a ese otro personal de los “sillones” que adornado por una improbable ciencia infusa y la peculiar meritocracia basada en el compadreo y favoritismo entre afines. El novelista británico Robert Louis Stevenson refiriéndose a ello dictaminaría: “La única profesión que no precisa escolaridad es la política”. ¿Escrúpulos? ¿Remordimientos? En torno a la cuadrilla rectora no tienen cabida mentecateces ni sensiblerías y si las cosas se tuercen siempre hay incidentes fortuitos. “Soy valenciano y aquí lo que más abunda son los fachas y las cucarachas”, afirma Amonay quien acudió “a manifestarse por la putas para que tengan un trabajo digno, entre las putas hay solidaridad, fuera no, ¡las putas también somos clase obrera!”, un entorno donde reconoce “hay persecución” siendo el peor enemigo “la ley que impide que entre extranjería”. Procedente de Barcelona junto al Sindicato de Putas del Rabal comenta que “no tenemos derecho a ir al médico, si no está legalizado, no podemos”, demanda que ¡que “haya más empatía, que haya más bien común”! y declara: “A mí no me ha explotado la prostitución me ha explotado la hostelería”. Sin parar de caminar por el recorrido estipulado grupalmente se grita: “¡Sin ley de extranjería no hay trata!”.
Banderas de CGT, CNT, la COS, Intersindical Valenciana, pancartas de Pense Pensions Dignes, Iai@flautas, “Auditoría de las de las cuentas de la Seguridad Social”, Recortes Cero, Bloc Autonom, “No más muertes en el trabajo. Stop Accidente Laborales. La precariedad mata”, “Los derechos se conquistan”, “El sindicato eres tú” mostraron fortaleza multitudinariamente junto a la “Asamblea Popular de Valencia contra las Guerras”, “Por la jubilación a los sesenta años. Profesionales del Transporte de Personas y Mercancías”, colectivo que declaraba “no se puede tener a un conductor en la carretera a los sesenta y siete años, el sector está muy precario para tener a gente con esa edad” por lo que tienen programada huelga a nivel estatal el dieciocho de mayo.
Empeño joven y gentío sindicalista en las calles valencianas desembocaron ante el escenario levantado en la plaza del Ayuntamiento donde actuaron en acústico la banda valenciana de rock Los de Marras y el quinteto de punkrock Orkesta Paraíso. Con la “O.L.T.O.B.O.G. Organización de Líderes Trabajadores Obreros Bolivianos. Orlando Gutierrez. Valencia España” marchaba Wilma de cuarenta y ocho años, cuidadora infantil y limpiadora quien reconocía: “Todas las mujeres somos como marginadas, no nos valoran mucho, estamos menos pagadas y empezamos todos los días de cero, das tu vida y no te dan para vivir, hay gente mayor de limpieza que han tenido accidentes y los tiran, también a españoles, cuando eres mayor ya no quieren contratar”. Habiendo tenido que emigrar, desde su primer día en España, anhelaba la integración y “me he integrado pero bien integrada, ahora, al ser española, ya no hay tantas ayudas para poder vivir”, Wilma quisiera estudiar algo “pero el dinero que te dan es para la habitación”, ella al igual que muchísimas personas solo pueden acceder a una habitación en un piso donde pueden robarle sus pocas y entrañables pertenencias, o entrar en disputas y abusos, “en la ciudad eres un bicho más, tienes que gritar para que te escuchen”. Señores y señoras de los “sillones” ¡pisen el mundo real! abandonen esa coraza de prostitución política. En palabras del periodista francés Prévost: “Mucha gente sólo trata de vivir con el menor esfuerzo posible”.
Arengas y pancarta del “Col.lectiu de Professionals del Doblatge (CPD)” fueron ostensibles. “¡Inteligencia artificial, terrorismo cultural!”, “¡Soy la voz que escuchas en las series turcas!”, “¡Los actores también somos trabajadores!”, “¡No nos conoces pero sí a nuestras voces!”, “¡Somos las voces de tus héroes!”. Este colectivo laboral mostraba sin cortapisas su irritación al no ser considerado como oficio mientras vaticinan desmanes por el empleo de la inteligencia artificial en el sector. “Estamos desprotegidos, si nuestras voces se suplantasen no podríamos defendernos, estamos bajo contrato estadounidense”, trabajando para Wagner, Dream Works y otras muchas empresas del emporio audiovisual internacional, apunta Majo vocal del sindicato. A su vez Josema Soler, como presidente, afirma que la inteligencia artificial repercutirá definitivamente en la humanidad poniendo sobre la mesa la cuestión de “¿cómo queremos vivir?”. Según previsiones del banco de inversión privado estadounidense Goldman Sachs trescientos millones de empleos serán sustituidos por máquinas, es curioso el hecho de que existe un “manifiesto que acaban de firmar más de mil tecnólogos” alertando y contrario a esta barbaridad que volverá del revés, ya no al sistema, sino al concepto de valores humanos tal como cita la escritora y conferenciante Cristina Martín Jiménez. “Te leemos los audiolibros, te anunciamos las paradas de metro”, con la tecnología que se avecina “el tejido audiovisual corre un serio peligro”, en junio, a nivel internacional, se retrasmite el primer programa de radio totalmente hecho por inteligencia artificial lo que pronostica imprevisibles consecuencias dado que “alguien comenta hechos en nuestro nombre, con nuestras voces”. ¿Blindar la voz como bien inmaterial? ¿“Que tengan una marca de agua los trabajos artificiales”? ¿Defenderán el sector los altos cargos? ¿Por qué habiendo trabajado para À Punt no se invierte más en doblaje en esta cadena? “es pieza indispensable para la difusión de nuestro idioma”, Bola de Drac, Sondoku y otras series contaron con sus doblajes, rotundamente Soler sentencia que ¡“el mejor doblaje del mundo se hace en España”! Herman Karl Hesse Premio Nobel de literatura frasearía: “Tenemos que servir a los valores en los que creemos, aunque sólo lo podamos hacer en un ámbito pequeñísimo”.