RojoyNegro TV
Se acaban de cumplir cien años de la Revolución Rusa y resulta imprescindible hacer un balance de la misma, pero cabe hacerlo bajo el prisma del pensamiento libertario, ya que, como en otras tantas ocasiones, la participación de las y los anarquistas ha sido ninguneada, habiéndose intentado desde la historiografía marxista-leninista reducirlo al ostracismo, negando, incluso, su existencia.
Desde los primeros momentos de la revolución, se construyeron profundas críticas a la forma de ejercer e interpretar el comunismo por parte del partido bolchevique (siempre dispuesto a acallar, masacrar y aniquilar cualquier tipo de disidencia), críticas que se plantearon precisamente desde quienes también defendía el comunismo pero libertario, es decir, por el movimiento anarquista. En este sentido, debemos analizar, el papel de los nuevos modelos organizativos que surgieron como los soviets libres, el movimiento autogestionario majnovista en Ucrania, o el proceso revolucionario planteado por el movimiento obrero y los marinos de Kronstadt. Además de atender y hacer visible la presencia de las mujeres en la revolución.
La historia de la revolución comunista-bolchevique de Rusia es una historia de fracaso, represión y miedo. La caída del Muro de Berlín fue el paradigma de ese fracaso, fracaso que propició la expansión y hegemonía absoluta de los planteamientos ideológicos del capitalismo y neoliberalismo.
¿Qué queda hoy de la revolución rusa? ¿Existe en la actualidad una contraofensiva de la “hipótesis comunista” tras su fracaso histórico? Constatado este fracaso, ¿bajo qué parámetros habría que construir la revolución social que sigue pendiente?
Que magnifica ocasión perdida la de este Solar ibérico con un ingente número de pueblos en decadencia y faltos de savia nueva, que se centraran estos en construir un nuevo modelo de pequeños núcleos de población empeñados en producir riqueza, que no crearla,para hacer un reparto más justo de esta, de estar lejos de cualquier deseo empoderador, el deseo de poder siempre se ejerce contra los demás en el más amplio sentido genérico de «la aniquilación del otro». Todo lo demás es hacer como la irredenta Falange Española con su revolución Pendiente…
Emili Justicia