Terciopelo Azul de Juan Ángel Saiz
Se acercan las elecciones. Se empieza a sentir con claridad el ruido de las campañas electorales. Primero serán las europeas y municipales, el próximo año, luego llegarán las generales, en 2015. Puede parecer que están lejos, pero no piensan igual los que están en política y, particularmente, el gobierno de Rajoy y el PP.
España comienza a salir de la recesión, eso dicen, y el próximo año se comenzarán a sentir los resultados de leyes tan sangrantes como la reforma laboral. No sabemos si se trata de una predicción o del deseo de un “milagro”, que devuelva al PP unos resultados electorales parecidos a los de las últimas elecciones. Para conseguirlo apostillan que ha habido que hacer sacrificios, pero que eran necesarios para volver al camino del crecimiento y el empleo.
Es cierto que ha descendido el número absoluto de parados, situándose ligeramente por debajo de los 6 millones de personas. Es arriesgado, sin embargo, afirmar que esto es debido a la buena gestión realizada por el gobierno de Rajoy. Es suicida, probablemente, asegurar que estamos en el camino de la recuperación y que el próximo año va a dejarse sentir en la población.
Mientras tanto nos dicen que tenemos que conformarnos con que la macroeconomía vaya bien. Es el primer paso para que la economía doméstica también mejore. Pero la economía de las grandes empresas siempre ha ido bien. Nunca han tenido tantos beneficios como ahora.
Los grandes bancos presentan mayores beneficios en los nueve primeros meses de 2013 que en todo el año 2012. Nunca han dispuesto de leyes tan permisivas para poder hacer lo que quieren con los trabajadores y eso se nota en la cuenta de resultados.
¿Cómo se puede entender que una empresa con miles de millones de euros de beneficios pueda despedir masivamente a miles de trabajadores? Al contrario de las reformas que se han hecho, el gobierno en época de crisis debe modificar las leyes para no permitir situaciones como ésta, buscando la manera de mantener los puestos de trabajo en las empresas que tengan beneficios. Porque la macroeconomía se traslada de forma mínima a la microeconomía. Y es peor aún si el legislador no actúa para garantizar con su gestión el equilibrio entre los intereses de los poderosos que poseen el capital y los trabajadores que poseen la mano de obra.
Más de 3 millones de personas viviendo con menos de 307 euros al mes es una cifra escalofriante. Miles y miles de desahucios cada mes, personas que pierden todo lo que tenían para seguir aumentando la cuenta de resultados de grandes empresas es vergonzante… Difícil pensar que este es el camino de la recuperación. Pero tenemos que estar contentos porque Bill Gates ha invertido en una gran empresa española y ha comprado acciones por valor de 113 millones de euros.
Es una gran señal nos dicen. No podría afirmarlo, más bien da la sensación que España está en liquidación y los que tienen dinero pueden hacer grandes negocios aquí. Porque en nuestro país el gobierno ha conseguido desregular buena parte del mercado laboral y ha sentado las bases para que las grandes empresas sigan aumentando sus beneficios, algo que parece bastante alejado de que algún tipo de beneficio llegue hasta la población que está padeciendo la crisis.
No debemos olvidar que los que están arriba, los ricos, los que tienen el poder, no han sufrido ningún tipo de crisis. Al contrario, la crisis ha servido para que sean más ricos, a costa de la pobreza de los pobres, que cada día lo son más. 500.000 españoles son millonarios, un 14 % más que el año pasado. Y para que haya más millonarios tiene que haber más personas que no llegan a final de mes y que pierden lo que tienen.
¿Es este el modelo social al que hemos de aspirar? Evidentemente no. Pero estamos en la antesala de la campaña electoral y vamos a asistir a un experimento interesante. Nos va a permitir ver si, como parecen creer los políticos profesionales, las personas no son personas sino simples votantes, a los que es muy fácil engañar afirmando que estamos en el camino de la recuperación y que las reformas realizadas por el gobierno de Rajoy son las que nos van a hacer salir de la crisis que, por supuesto ¿quién lo pone en duda?, creó el gobierno anterior.
Las elecciones se acercan y de su resultado podremos comenzar a saber si nuestro país alguna vez podrá salir de la crisis o si nos van a mantener en una crisis permanente durante muchos años o incluso décadas.
Ahondando en lo dicho los medios de comunicación mayoritarios están en manos de gente cercana a los dos grandes partidos políticos «profesionales».
Esto hace que la “verdad publicada” sea la que ellos dicen y no la que todos percibimos, es decir, que las cosas están cada vez peor y que todavía no hemos tocado fondo.
Muchas personas necesitan creer que esto es cierto y que la recuperación va a llegar en breve.
Particularmente los miembros del gobierno lo van a repetir hasta cansarse. En 2014 lo vamos a escuchar una y otra vez y en 2015 lo repetirán con mayor intensidad, porque las elecciones hacen que el discurso político reconvierta la realidad a su antojo para captar votos.
Arias Cañete comentaba en televisión que “es una crisis muy asimétrica” pero para él la simetría tiene que ver solo con que hay personas que tienen trabajo y otros que no.
Esta crisis es asimétrica porque los ricos cada vez lo son más mientras el conjunto de la población es cada vez más pobre y tiene peores condiciones de vida.
Esta crisis es asimétrica porque los políticos legislan a favor de los beneficios de las grandes empresas y de sus propietarios y no piensan en la población que les ha vitado y a la que deben servir.
Esta crisis es asimétrica porque los que tienen más quieren tenerlo todo y su avaricia no tiene límites.