Controladores aereos y otras hierbas
El Congreso oculta los gastos en viajes y dietas de los diputados
Permítanme que me presente, me llamo Carmela Vaya Tela y soy la actual Ministra de Descontrol Aéreo, cargo con el que fui investida al comienzo de la actual legislatura y creo que desempeño a la perfección.
A las pruebas me remito, nunca ha llegado tan alto la profesión ni tan tarde los aviones. Estoy satisfecha con mi gestión. Aprovecho esta tribuna que se me ofrece para saludar a mi familia y a todo mi barrio, y dar las gracias públicamente a AENA por su inestimable cooperación.
Sin ella hubiera sido imposible generar semejantes demoras y caos en la aviación.
Sé de buena tinta que en Europa están flipando, y lo que les queda, que con el cielo único no se me escapa ni dios. Ahora bien, tengo conocimiento de que algunos elementos se me están desmadrando, y no me gusta.
Hay un colectivo de privilegiados insaciables que no pegan un palo al agua y me cuestan un pastón.
Me dicen mis informadores que un diputado cuesta a las arcas públicas entre 286.920 y 571.900 eurazos. Redondeando, entre 300.000 y 600.000 euros de vellón.
¿Pero quienes se han creído que son estos caballeros? Con la que está cayendo.
Lapidación. Mañana les casco un decretazo que regule la profesión.
Repasemos la lista de sacrilegios:
* Reciben dietas por desplazamientos de forma automática cada vez que acuden a un pleno o a una comisión: 0,26 euros por kilómetro o bien se les entrega una tarjeta para que puedan viajar gratis en tren.
Vamos a ver señores, normalmente uno empieza a cobrar cuando ya está en el trabajo, no por el camino. A partir de mañana se acabó la tontería, y el que viva lejos que se cambie de casa.
Y ni tren ni leches, a pie o en bici o en el coche de su mujer, no sea que se gaste el suyo, que entiendo que es caro y fastidia. Si ya sé que hay O.R.A. en todas partes, pero necesitamos recaudar más.
Y ya sé que los polis están como locos porque ahora cobran más por multar. Son gajes del oficio josmíos. Aguantad.
PRIVILEGIADOS. LAPIDACION.
* El único control al que se tienen que someter para recibir las indemnizaciones es que los servicios del Parlamento certifiquen su asistencia a plenos y comisiones cuando se pasa lista.
De eso nada monadas. A fichar como todo el mundo. En la barrera de la entrada al recinto, en la barrera de la entrada al edificio, en la puerta de la sala y en la ranura que les voy a poner a cada uno en su escaño como hay dios. Y a la salida lo mismo.
Y ni se les ocurra meter palillos en las ranuras, que toda la sala va a estar vigilada por un circuito cerrado de televisión.
Y al primero que pille con la tarjeta mal colocada un mes de empleo y sueldo, ya veremos si aprenden o no.
PRIVILEGIADOS. PAREDON.
* Puede ocurrir, sin embargo, que el diputado haya cambiado de domicilio o que comparta coche con otros compañeros, de manera que no incurre en ningún gasto de desplazamiento y, sin embargo, podría seguir cobrando dietas.
Pues va a ser que no. A partir de ahora para desplazamientos invisibles…dietas invisibles. Ya me parecía a mi raro que todos pusieran otra provincia en su dirección y llegasen frescos como lechugas al curro.
PRIVILEGIADOS. DIFAMACION.
*Tanto socialistas como populares han entrecruzado en los últimos días mutuas acusaciones sobre diputados que cobran estas indemnizaciones de forma fraudulenta.
Con la de años que llevo negociando para acabar con las prebendas de estos mendas, y se han buscado triquiñuelas para eludir mi supervisión.
Y pretenden mejorar el sistema, es decir, trabajar menos y ganar más.
Qué descaro, qué osadía y qué vergüenza para la nación.
PRIVILEGIADOS. INSPECCION.
*Los portavoces parlamentarios coinciden en que el actual modelo de indemnizaciones arroja «dudas», pero no todos son favorables a cambiar el sistema.
No se preocupen señores, para eso estoy yo. Con el nuevo decretazo habrá grandes lagunas para que yo haga lo que me dé la gana, que se van a enterar por vagos.
Les garantizo que dudas ninguna. Y ni me hablen de negociación, que hoy no estoy para bromas.
Además en España hace tiempo que nos la cargamos, igual que la Constitución.
PRIVILEGIADOS. EXPROPIACION.
*Manifestaron su «preocupación» por la imagen que la clase política pueda dar a la ciudadanía, al tiempo que aseguraron que sus diputados ya recibieron un «recordatorio» de que se debe extremar la actuación escrupulosa en el cobro de dietas por kilometraje.
¿Preocupación? A mí que no vengan con cuentos estos señoritos con sus modelitos.
¿Con 600.000 euros no les da para pagarse el tren? Pobrecitos.
Que les den unos bocatas de tortilla pal camino, a ver si del disgusto se me van a quedar flaquitos y luego dicen que no están en condiciones de trabajar después de tanto esfuerzo.
Y que de sus decisiones dependen las comisiones de todos los constructores y pueden cometer errores por culpa del madrugón. Por esa pasta como si no duermen.El recordatorio con supositorio que se lo hagan los que se levantan cada día a las cinco de la mañana, curran doce horas, van en metro y ganan mil euros.
PRIVILEGIADOS. PRIVATIZACION.
* Bono se niega a hacer público el presupuesto que destina a las salidas al exterior.
Bono no. No te columpies ni te flipes, ni me toques los ovarios. O nos enseñas una nómina ya mismo, o te la saco en una pregunta parlamentaria.
¿Desde cuándo tienes derecho a tanto secretismo?
*Hablamos, en esta página -quede claro- del Congreso de los Diputados y de sus gastos, después de que esta semana haya sido noticia por dos asuntos: uno, por las privilegiadas pensiones de los diputados y dos, por la solicitud de una diputada del PSOE, Mercedes Coello, para que el Parlamento le pagase un viaje de más de 11.000 euros para asistir cuatro días con un pasaje de primera clase a un congreso en Chile sobre la Lengua española.
¿Desde cuándo se va una a aprender español a Chile? Con todo el que tenemos por aquí. A partir de ahora y por decreto ley, el nivel cuatro de competencia lingüística se supone, como el valor en la mili.Ya podéis espabilar para hablar con la vecina.
2.750 euros al día no los gano ni yo y soy la Ministra.
PRIVILEGIADA. EXPULSION.
* Nueva York, China, Alemania, Japón, Roma, París, Londres… da igual. Cualquier excusa es buena para que un diputado recorra España y el mundo en unos casos con justificación obvia y en otros, no tanto.
Ahora entiendo yo las tortas por las comisiones de servicio. Basta ya de mamoneo.
Se acabó. Y que cada país se apañe con sus diputados como quiera, y si no les llegan les paso una copia de mi nuevo decreto sobre descansos, que verán que hasta les sobran. Lo único que hay que hacer es no dejar dormir a esta panda de haraganes.
PRIVILEGIADOS. SUMISION.
* Sólo sabemos que, además de los billetes de avión -siempre en primera- y los hoteles, los diputados cobran una dieta diaria de 120 euros cuando viajan por España y de 150 cuando salen al extranjero.
A partir de ahora, 80 horitas de viaje al extranjero al año como mucho, que lo dice el Estatuto de los Trabajadores. Y las horas al precio del año 99. Y al que no le guste que reclame a la Inspección de Trabajo, que ya he puesto una papelera especial que dice: Congreso de los Diputados para que todas sus denuncias vayan a parar allí.
* Bono redujo a poco más de media docena los «grupos de amistad.»
O sea que tenemos diputados cantando por el mundo adelante el Kumbayá. Y yo comiendo pulpo, venga ya. El descuento especial por grupito se lo voy a aplicar yo en la cantina del Congreso, y como me harten ni eso.
PRIVILEGIADOS. DEGRADACION.
* La polémica dura siempre un par de semanas: los medios denuncian; la opinión pública se escandaliza y los políticos prometen medidas de transparencia y control que nunca llegan.
De la transparencia ya me encargo yo, y lo vais a entender rapidito: os voy a privatizar, os voy a crujir los descansos, se os acaban los viajecitos, y vendréis cobrando o no, ya veré, a currar en cuanto os llame. Por Santiago y Cierra España que de ésta os meto en cintura aunque me rompa la espalda.
PRIVILEGIADOS. DESCARADOS. APROVECHADOS. Procurad tener cuidado, porque si bien mi paciencia es infinita, se acabará en un momento dado.
Carmela Vaya Tela y Ojito que Yo Controlo El Cotarro
Domingo, diciembre 12th, 2010 | Publicado por admin
Carta abierta de un controlador a Alfredo Pérez Rubalcaba
Jorge Ontiveros
Excmo. Sr:
Soy controlador aéreo civil desde hace más de 20 años y anteriormente fui controlador aéreo militar durante cerca de otros 10. Con el debido respeto que su cargo como jefe del gobierno español me merece, me dirijo a usted para hacerle partícipe de que me resulta curiosa su amenaza de prorrogar el Estado de Alarma “si no hay seguridad de que los ciudadanos van a poder viajar con normalidad las próximas Navidades”.
Y me resulta curiosa, porque usted sabe muy bien que a ningún controlador aéreo se le ocurriría decir “ni mu” después de lo sucedido el pasado viernes día 3 de diciembre. Ni siquiera aunque el gabinete que usted preside vuelva a saltarse a la torera la Constitución Española, a interpretar las leyes a su antojo y a inventarse aquellas que más les convengan para, precisamente, no cumplir la ley. Esa misma ley que con tanto ímpetu su gobierno exige a los demás acatar.
No se preocupe señor, aunque usted y su administración se empeñen, no caeremos de nuevo en su trampa. Y no va a suceder por dos razones. En primer lugar, porque no vamos a permitir que el pueblo español vuelva a ser la víctima propiciatoria de sus maquiavélicas maniobras. Y, en segundo lugar, porque todos hemos recibido el mensaje. Su dictatorial mensaje. Así, que ya puede ir quitándose de la cabeza la idea de que ni por lo más remoto va a tener usted argumentos convincentes para llevar al Parlamento español la solicitud de prórroga de esta nueva vergüenza nacional a la que ustedes le están empezando a coger gusto.
Pero no hay mal que por bien no venga, porque por fin esos ciudadanos a los que ustedes dicen defender, que han sido utilizados, sin siquiera ellos percatarse, para desviar la atención y poder hacerse ustedes fuertes en la trinchera en la que hace ya tiempo decidieron parapetarse a la espera de que los problemas se solucionaran solos o se los arreglaran desde fuera, ya han tomado conciencia de la dimensión del conflicto al que usted y su gabinete se han negado a encontrar solución durante cerca de un año. A pesar de que ocasiones no le han faltado para ello.
Porque no le han faltado. Lo certifico. Ya que cuando su ministro de Fomento -al que tampoco yo voy a calificar-, tras repetir hasta la saciedad eso de la “equiparación con los países de nuestro entorno” recibió varios convenios colectivos vigentes de controladores de países precisamente de nuestro entorno para que eligiera al azar uno de ellos con el compromiso de los controladores aéreos españoles de aceptarlo inmediatamente con tal de que se normalizase nuestra vida laboral y personal, decidió no aceptar la oferta. Luego no se trataba de equipararnos con nadie, sino de otra cosa.
Tampoco se dan ustedes cuenta, que al ser tan repetitivos con eso de los privilegios -que no han podido demostrar porque en realidad no existía diferencia sustancial con las condiciones laborales del resto de controladores aéreos de Europa con los que ustedes dicen falsamente querer equipararnos-, termina provocando la sospecha de todo el mundo y a hacerse preguntas que son incapaces de responder.
Por otro lado, me llama mucho la atención el desparpajo notable con el que usted y su gobierno se pasean por los medios de comunicación como si aquí no hubiera pasado nada, mientras esconden su incapacidad para gestionar un conflicto laboral después de varios decretos y 10 meses de agonía. Y para defender a nuestra costa y a la de los millones de parados que han generado, los privilegios que usted y su gabinete disfrutan sin merecerlos, a la vista de que su productividad es la más baja de nuestro entorno. Al menos, eso es lo que viene asegurando desde hace meses la Unión Europea.
Y con todo lo anterior en la mochila, ahora pretende que nos quedemos callados y acongojados para evitar que la sociedad -que parece que ya nos atiende de verdad- se entere de una vez por todas del origen de lo sucedido el pasado fin de semana mientras ustedes nos lapidan en los medios de comunicación y escurren el bulto de sus responsabilidades como instigadores de la peor crisis social -gracias a Dios incruenta- de la historia reciente de nuestra España. Y digo “nuestra” y no “suya” porque considero antipatriota su empeño en seguir dirigiendo el rumbo del país cuando usted y los suyos ya saben que son incapaces de corregir la deriva de este zozobrante barco.
Usted y su gabinete son los verdaderos cabecillas responsables de lo sucedido. Y torpes. Muy torpes. Porque a pesar de tener a su disposición la maquinaria de los tres poderes del Estado, la “Segunda bis” y los medios de comunicación de masas para legislar de forma abusiva, espiarnos y mentir a troche y moche, o quizá por ello, han caído por soberbios en su propia red porque ese pueblo dócil al que ustedes han venido adormeciendo con promesas de cuento caro y agitado con demagogia barata está empezando a despertar. Y ya no hay vuelta atrás.
Ustedes no son conscientes de que han hecho algo gravísimo. No se trata sólo de haber conculcado los derechos constitucionales de un colectivo profesional, sino que han utilizado a 700.000 pasajeros como rehenes para esconder el abandono de sus responsabilidades de gobierno. Una negligencia que, espero, persiga a su partido y a usted durante muchos años.
Que nadie se preocupe. Los controladores seguiremos trabajando, si su gobierno nos lo permite, con la misma profesionalidad y dedicación que hemos venido demostrando a pesar de las adversidades que hemos padecido desde el pasado 5 de febrero. Pero sería de agradecer, que usted abandonara el “Juego del gobierno” de la Señorita Pepis y devolviera la ilusión al pueblo español y a los controladores aéreos los derechos laborales y constitucionales que con fraude de ley nos ha arrebatado. No le niego que nosotros podamos tener responsabilidad en la situación creada, pero no es comparable con la que han tenido ustedes.
Toda la nación y en especial los usuarios afectados merecen nuestras más sinceras disculpas. Por supuesto. Pero las suyas aún quedan pendientes.
¿A qué está usted esperando?
Atentamente,