El Centro RFK confirma graves violaciones de los derechos humanos en el Sáhara Occidental
A raíz de la visita de una delegación de derechos humanos al Sáhara Occidental y los campamentos de refugiados saharauis, el Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos (RFK Center) confirmó este lunes en una declaración de observación preliminar las graves violaciones de los derechos humanos en los territorios ocupados.
Huelga de hambre por los presos políticos saharauis de la cárcel de Salé en diferentes puntos del estado español
Un grupo de 23 saharauis están presos en la cárcel de Salé Rabat (Marruecos) solamente por haber participado en el campamento de Gdeim Izik a finales del año 2010 y a la espera de ser juzgados por un tribunal militar marroquí. El campamento de Gdeim Izik, a 15 Km. de la ciudad ocupada de El Aaiún (capital del Sahara Occidental), fue la manifestación pacífica más importante de la historia de la causa saharaui, más de 20.000 personas dejaron sus hogares y montaron un campamento en medio del desierto. Enviaron un mensaje al mundo de que ya no soportaban vivir más tiempo bajo la ocupación marroquí en sus propias tierras del Sahara Occidental. Este campamento fue desmantelado violentamente el 8 de noviembre 2010 por la policía y militares marroquíes a la vista de la ONU y la comunidad internacional.
Marruecos fuerza a una periodista valenciana que investigaba torturas a salir de El Aaiún
Raquel Ramírez asegura que la policía seguía todos sus movimientos y amenazó a sus anfitriones en el Sahara
Elena Pollán, de WSRW, nuevamente ha tenido que abandonar El Aaiun
Elena Pollán, miembro de Western Sahara Resource Watch, se ha visto obligada a tomar la decisión de abandonar El Aaiun junto a su compañera Raquel Ramírez, después de que ambas fueron sometidas a un acoso policial sin paliativos en su estancia de apenas dos días de duración en la capital del Sahara Occidental ocupado. En su viaje de vuelta a España, las activistas fueron continuamente vigiladas por policías marroquíes.
Entre la extrema derecha y la derecha extrema
Después de toda una legislatura de sobos y magreos mutuos, que culminó en una suerte de pacto de cohabitación en el País Vasco, PSOE y PP se aprestan a escenificar una feroz competencia virtual para intentar rebañar votos cara a las próximas elecciones. Con ese objetivo, el gobierno socialista rescata del baúl de los recuerdos el atrezo facha que persigue como una sombra al Partido Popular desde su fundación, a costa de la legalización de Bildu, que los de Rajoy califican de rendición, y así movilizar a abstencionistas e indecisos de izquierda que dieron la espalda a ZP por su reaccionaria política social. Y los del PP, por su parte, aprovechan la misma horma tildando al banquillo de Zapatero de radical y antipatriótico para pescar entre los miles de votantes del PSOE lobotomizados por la cultura de derecha promovida desde el poder socialista durante años para crecer sobre esa masa acrítica. De esta manera los dos partidos hegemónicos de la segunda restauración legado por el franquismo jalean a su manera al resignado voto útil.
¿Libia como Timisoara?
Cuando llevamos semanas del conflicto libio lo único cierto que sabemos es lo poco que sabemos de verdad, y que apuntan sospechas de que la guerra real ha sido precedida de una guerra virtual. Pisamos un terreno pantanoso que exige prudencia y tino, porque a poco que nos descuidemos en las valoraciones podemos caer en el fango y aparecer como mamporreros involuntarios de un dictador que sólo merece el exilio exprés. Pero precisamente en defensa de las revoluciones populares de Túnez y Egipto, que marcaron el camino para la ruptura democrática con las tiranías sin posibilidad de medias tintas, dada su gran legitimidad de origen y su civismo, no podemos dejar de esbozar dudas razonables sobre bondad de la versión oficial en torno a hechos que como ciudadanos del mundo nos conciernen.