Caso Camps: el pueblo ha hablado
La sentencia absolutoria de Francisco Camps y de su acólito maniquí Ricardo Costa gracias al fallo de un jurado popular puede dar lugar a ríos de tinta, y los dará. Unos desde la derecha de vuelta al poder dirán que al fin se ha desmontado la campaña orquestada contra el ex presidente de la Generalitat. Otros, que en la víspera ya se ponían a rebufo alertando sobre la presencia de un miembro de Nuevas Generaciones en el hotel donde estaban recluidos los miembros del jurado, argüirán que ha sido un tremendo error. Pero seguramente nadie irá al fondo del problema, que ahora de nuevo, como hace doscientos años, se repite como si el tiempo pasara en balde: ¿por qué el sufrido pueblo español se empeña en encumbrar a sus más ilustres déspotas con renovados gritos de ¡vivan las caenas!?
Políticos en el banquillo abstracto
Abelardo Muñoz, València Acaso la razón de que todo lo que está pasando resulte tan raro y surreal posee un fundamento desdichado: a nadie se le ha contado con rigor la historia de la España moderna. La llamada Transición (un…
GürTel Boys (GTB) – Adéu President [Juicio Camps]
09:00 Lunes 12 Diciembre 2011 Sede del Tribunal Superior de la C.V. (calle Palacio de Justicia, 1 – Valencia) http://www.facebook.com/events/179283588820323/
AVM3J. Manifiesto 3 de Septiembre 2011
Hace unos días recibíamos una Buena noticia: un político imputado por un delito de cohecho impropio dimitía de su puesto. Hablamos de Francisco Camps, hasta entonces, presidente de la Generalitat Valenciana.
Camps entrega un aval de Bankia para pagar la fianza
El abogado del dimitido Camps ha presentado el aval de 55.000 euros para hacer frente voluntariamente a la fianza solicitada por el juez en la causa de los trajes
Camps dimite: «Ofrezco mi sacrificio a España y Rajoy»
El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, ha anunciado que deja su cargo «completamente inocente» y ha subrayado que lo que pretende es no ser «un obstáculo» para que el presidente del PP, Mariano Rajoy, pueda ganar las elecciones.
El curita y la alcaldesa; vamos a por más
Paquito y Ritita se frotan las manos. Una vez más tienen cerca el presupuesto calentito de valencianas y valencianos. En menos de un mes podrán seguir repartiéndose el dinero que se ahorran con los barracones de los colegios públicos, los porcentajes de las constructoras, los contratos “partidos”, el desguace de la sanidad, el derribo de El Cabanyal, el tocomocho Calatrava. No tienen dignidad; no la quieren, no cotiza en la bolsa electoral (tampoco es raro). Lo que si tiene valor es mentarle los muertos al enemigo, da igual que sea el abuelo de Zapatero, ejecutado en León, o los enterrados en el cementerio de Valencia. Mucho valor. Y un gran cuajo.
El curita y la alcaldesa; tenemos un marrón
Siguiendo el rastro de la arcana norma energética a la que rimara Valle unas prosas de apologética, y las luces de los puticlubs con aparcamiento para mil coches, se observa el hormigueante ir y venir de los billetes manchados de polvo, sudor y babas.
El curita y la alcaldesa; durante toda tu vida, hijo de puta…
En el puerto de Altea, en un yate, a cinco minutos de la casa de Zaplana, a siete del chalet de Alvarito, aparecen pruebas contundentes. Contabilidades en Alicante y Barcelona; fichas de la gran partida que sirven lo mismo para negociar con interior que para tumbar a un juez. En la diócesis de Orihuela el periódico quema. Hacen falta más cortafuegos. Radio Liberty llamando a Cartagena. Marchando una de michirones.
El curita y la alcaldesa; folletín de pornoterror por capítulos
En los amenes del zaplanismo, barra libre de cemento hipotecario y hormigón crediticio, economía de dieciséis válvulas, algunos confesionarios piramidales vendían sellos de juguete a la feligresía más confiada mientras otros, imperiales, cocinaban bodas escurialenses con invitados del gran mundo; el rey, Berlusconi, Blair, Pedro José, Zaplana, Correa, Alvarito. La piel de Rouco Varela brilla en el altar como un jueves santo. Refulge Aznar, antes de la vigorexia, más que el gallo de la pasión. Algo parecido a un intento de sonrisa se atasca en el mecanismo gástrico cardenalicio al cruzar la mirada con el padrino. Poder contra poder. Los amigos del novio, con bula parrandera, simpatiquean con las más altas y decrépitas aristócratas del solar ibérico.
El monasterio revive nostalgias de Flandes. Una boda como dios manda; sin líos de manzanas.
La inefable felicidad del president
El señor Camps está contento. Tanto, o más, que cuando le llaman a declarar y tiene un mano a mano, propio o impropio, con sus amigos jueces, sastres, constructores u organizadores de campañas. Su vida es un jolgorio, toda felicidad, plenitud e iluminación. El buda de Borbotó tiene un secreto para mantenerse fuera del mundanal jaleo; ver solo canal nou. A través de la televisión el president se escucha a sí mismo y entra en trance. Una vez en ese estado de nirvana llama a Cotino, Pujalte y Trillo y organizan un retiro espiritual para hacer vudú a Zapatero y una güija electoral.