La Veranda de Rafa Rius
(Recordando a Moncho Alpuente)
• Según Schopenhauer, la risa se produce ante la constatación de la incongruencia entre el pensamiento y la realidad.
• Según Humberto Eco el humor nos libera del miedo y la ausencia de
miedo nos libera de la Religión.
• El humor es el afán por comprender y nos invita a mirar el otro lado de las cosas.
• El humor nos ancla a la realidad inmediata y nos hace ver la nobleza de lo ridículo y la ridiculez de lo noble.
• La persona seria está convencida de que piensa las cosas tal como son y que las cosas son tal como las piensa.
• Nuestro cerebro consciente es un órgano esencialmente lógico. La risa provoca un choque al plantear situaciones absurdas o incongruentes. Por eso un chiste muere al ser explicado.
• El chiste ha de ser breve, sorpresivo. Si se le da tiempo al cerebro, rehace su lógica y se jode el invento.
• El humor combate la necedad y combatir la necedad es mucho más difícil que combatir la ignorancia.
• La risa alivia las tensiones producidas por los desajustes de información provocados por el lenguaje.
• El humor es histórico y contextualizado. Según cuentan las crónicas, en el Siglo XVI la gente se reía viendo quemar gatos en la noche de S. Juan.
• En la actualidad, la impotencia social se resuelve a menudo a través de la expresión humorística de una determinada situación -o mediante el suicidio-.
• El Estado es considerado por sus servidores como paradigma de lo serio. Lo cómico se opone frontalmente al Estado.
• Lo cómico se opone a lo ceremonial, pero ¿Qué hay más cómico que una ceremonia?
• El humor es polimorfo y en ocasiones ambiguo.
• El humor escatológico, materializa y humaniza lo sublime.
• Cuando lo pretendidamente cómico impregna todas las esferas de la vida social, tiende a banalizarse, se difumina y pierde su poder revulsivo frente al poder “serio” del Estado.
• Gran parte de la parodia actual está des-socializada, despolitizada, es acrítica e insustancial.
• Cierto humor puede derivar en herramienta de dominio y control…
– ¡Eh, Eh, para el carro, para el carro que ya te vale, colega! ¿Te estás
quedando con el personal? ¿Pues no decías arriba del todo que ibas a hablar de las elecciones andaluzas?
– ¡Pues claro! ¿De qué demonios te crees que estoy hablando todo el tiempo? De las andaluzas o de las valencianas, qué más da. Si lo miras desde otro ángulo, no hay cosa más cómica que unas elecciones.
¿O prefieres que hablemos de escaños y porcentajes?