La Veranda de Rafa Rius
Los compañeros de We Can (Podemos) han descubierto al parecer la solución a un problema geométrico que hasta ahora se antojaba irresoluble: la cuadratura del círculo; y no de un círculo sino de cientos, que tiene más mérito. Ni siquiera la solución a la Conjetura de Goldbach (todo número mayor que dos puede representarse como la suma la suma de dos números primos) ha despertado más expectación en el mundo científico que el increíble logro del compañero Iglesias. Sabemos que en una circunferencia, todos sus puntos se encuentran a la misma distancia del centro; en un cuadrado, obviamente, no. La resolución del endiablado enigma está compuesta de varias fórmulas de las que el camarada Pablo, nos adelantó algunas claves en la asamblea fundacional de su futuro partido. Lo sorprendente es que, aunque por separado no parezcan excesivamente novedosas, incluso algunas nos transmitan un añejo aroma a naftalina, parece ser que todas juntas están a un paso de dar con el secreto de cómo concitar las más variopintas adhesiones para alcanzar la mayoría electoral.
Las pistas nos las proporcionan algunas de las citas textuales de su discurso en la mencionada asamblea fundacional. Veamos:
1. Apelación a la mayoría social “para ocupar la centralidad del tablero”. De nuevo la mitología política entra en acción, y dentro de ella, nada más mítico que el Dios Centro, esa divinidad transversal de la equidistancia que se sitúa más allá de izquierdas y derechas, de clases sociales, intereses de grupo y otras zarandajas, en búsqueda del Vellocino de Oro del Bien Común (sea ello lo que fuere, que nadie se acaba de poner de acuerdo) El problema es que esa centralidad es sólo eso: pura mitología. El Centro político -eso que ya inventara Suárez con su Centro Democrático y Social- no es sino ese espacio mórbido y legendario, especie de Limbo en el que todos los intereses coinciden en medio de una Fraternidad Universal. Pura filfa. Cada miembro del cuerpo social es hijo de su padre y de su madre y defiende unos determinados intereses individuales y colectivos. Dejémonos de centralidades y transversalidades que sólo conducen a la más burda tomadura de pelo.
2. Como es transversal, cita a Marx: “el cielo no se toma por consenso sino por asalto”. (Por lo que parece, el Poder en Podemos, también) Pero por favor, que ningún posible futuro votante de Podemos se asuste, cuando cita a Marx no está hablando de la Comuna de París, de la toma del Palacio de Invierno o de la Moncloa, es obviamente tan sólo una referencia metafórica a la conquista de una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar (quítate tú que me pongo yo) sin cuestionar en ningún caso el apolillado sistema “democrático” actual. Toda aquella retórica antisistémica heredada del 15M se ha volatilizado en aras del realismo político.
3. “Ya me gustaría a mí descargarme de responsabilidad, pero creo que tres secretarios generales no le ganan las elecciones a Rajoy ni a Pedro Sánchez, y uno, sí”. Sabias y reveladoras palabras. Más allá del narcisismo desaforado que denota la frase: “ya me gustaría a mi…” deja claro, no sólo que propone un único secretario general, rodeado de sus monederos –quiero decir escuderos- de confianza, y que no concibe que ese líder sea otro sino Él, sino también hace patente que su principal objetivo es la toma del poder parlamentario estatal en las elecciones legislativas, despreciando las municipales, mucho más cercanas a los problemas cotidianos de la gente, pero mucho menos lucidas y con el peligro subyacente de que podrían “quemar” su “marca”.
Como colofón y guinda final, la propuesta organizativa del grupo “eclesiástico” incluye una cláusula que impide el acceso a los órganos de dirección a los que militen en otras formaciones políticas, en clara referencia a los compañeros “troskos” de Izquierda Anticapitalista que les fueron muy útiles en los comienzos, cuando Podemos carecía tanto de militancia como de estructura organizativa y que ahora abandonan en la cuneta una vez han dejado de ser utilizables y sólo pueden crear problemas. Compañeros defensores del secretariado compartido, la horizontalidad y el consenso, id olvidando lo que pudo haber sido y no fue. Podemos será según todos los indicios un partido al uso más, con su amado líder y su estructura piramidal de poder, y tonterías las justas. Ya lo decía el Sr. Iglesias: “No queremos ser los de la pandereta”.
Por cierto, y dicho sea de paso, la forma del polígono no lo es todo. Muchos rediles son cuadrados, otros tienen forma circular, pero tanto los unos como los otros, no dejan de ser rediles.
Cada cual es muy libre de criticar a quien quiera, dando por presupuesto que haya motivos para tales críticas (se sobreentiende).
Podemos, ¿es criticable?; pues bueno, puede que sí lo sea.
Podemos no va a cambiar este mundo, ni Podemos ni nadie, ni ningún grupo, sindicato, partido político, ONG, etc., etc., etc.
¿Podemos puede aportar ciertas soluciones, algunas mejoras interesantes, podrá despertar las conciencias, conseguir movilizar a personas que no se movilizan porque no se acaban de atrever? Yo creo que sí.
Hay muchísimo por hacer, derogar, etc. en CORTIJO-BANAÑA Y SU VIGENTE CAPITALISMO-USURPACIÓN-GENOCIDIO; no pretendan que Podemos lo vaya a hacer todo o casi todo; eso es ridículo. Ya veremos.
SALUD.