Juan Ángel Saiz
Llevamos varios años en los que la situación de las energías renovables y de la industria fotovoltaica en particular se ha deteriorado notablemente en España.
Resulta llamativo comparar lo que ocurre en nuestro país con lo que ocurre en Alemania o Gran Bretaña. Paises con pocas horas de sol siguen instalando energía solar mientras España con muchas horas de sol y una cantidad enorme de zonas desertizadas (aprovechables para este tipo de instalaciones) se olvida de la energía solar.
Por ejemplo, frente a los 4.440 MW de energía solar fotovoltaica, instalados en España a lo largo de toda su historia, Alemania instaló solo en 2013 una cantidad de 3.300 MW y apenas tienen sol.
Resulta también sorprendente la demonización que se ha hecho de la energía solar y del resto de energías renovables. Se las culpabiliza de todos los males energéticos, en intervenciones en televisión que van desde supuestos expertos hasta el propio ministro Soria.
Frente a ello, el año 2013 las energías renovables aportaron el 42,4 de toda la energía consumida en España, lo que ha permitido que el factor toneladas de CO2 por MWh generado haya disminuido sensiblemente.
Triste comprobar que la política del gobierno del PP está detruyendo todo lo que se había avanzado en renovables y particularmente en energía solar.
Están desmantenlando un sector con unas características envidiables:
– Una inversión en investigación y desarrollo ejemplar,
– Una capacidad para generar puestos de trabajo increible,
– Unas posibilidades demostradas de exportar tecnología que ya quisieran otros sectores,
– Una disposición para mejorar nuestra balanza de pagos (gastamos 45.000 millones de euros al año en comprar gas, petroleo, etc.) que también debería tenerse en cuenta a la hora de hablar de las aportaciones de las energías renovables.
Junto a ello está la situación de inseguridad jurídica que han provocado nuestros políticos. Cabe preguntarse de que hablan cuando citan la «Marca España», a la que suelen recurrir en muchas ocasiones para justificar decisiones más que discutibles.
La «Marca España» pasa por situarnos como un país en el que los políticos han creado una enorme inseguridad jurídica, al crear leyes en el campo de las energías renovables de aplicación con efecto retroactivo.
El perjuicio que están ocasionando a los que invirtieron en nuestro país, confiando en un marco juridico estable, invita a cualquier inverionista extranjero a buscar otros lugares, y no España, en los que confiar a la hora de hacer inversiones.
Algunos datos curiosos:
El miércoles 16 de abril de 2014 a eso de las 9:30 la tercera parte de toda la energía consumida en España se producia mediante energía hidrahúlica. Fueron 9.977 MW, un 34,4 de la energía que se estaba consumiendo a las 9:30 de la mañana.
Si miramos el lunes 14 de abril podéis ver en las gráficas que a mediodía se estaba produciendo el 29,6 % con hidrahúlica, el 11,4 con eólica y el 10,9 con solar. Total: el 51,9 % de toda la energía consumida a esa hora.
Los datos son de red eléctrica española:
https://demanda.ree.es/generacion_acumulada.html