Ràdio Klara 104.4FM València

Emissora lliure i llibertària de València

Opinió

Delante, detrás, un, dos, tres….

Abel Ortiz

Maximalismos y minimalismos pueden llevarse al extremo como casi todo. Ortodoxias y heterodoxias también. Suele depender de la cintura, su flexibilidad, y de eso que tanto molesta al papa y otros pontífices o mandarines; el relativismo.

Hay quien mantiene una filosofía newtoniana del presente obviando la física moderna. Es más fácil. Las reglas están claras y las formulas se aplican sin pestañear. Partiendo de esos presupuestos no hay lugar para matices, dudas, cromatismos, claroscuros.

El pensamiento fuerte es así. Las cosas claras y el chocolate espeso. Con o sin picatostes.

La escolástica del nacional-catolicismo, que no era ni nacional ni católica, funcionaba con las reglas de esa física. O eras español, tres veces, es decir falangista, y/o católico, de aquí a la eternidad, o sea del opus, o eras la antiespaña. La mínima duda suponía el estigma de tibio, desafecto o no lo suficientemente afecto. Más que pensamiento era triste burricie acorde con tiempos, y juntaletras, miserables; Laínes, Ridruejos y Sereres (menos mal que ya casi nadie se acuerda de estos energúmenos).

Parece que no hemos avanzado mucho desde los tiempos de la paramera intelectual. Pensar se piensa poco. Se afirma mucho. Tajante el ademán. Aquí todos somos muy listos y sabemos de todo. Dudas pocas. El que titubea pierde. Tiempos de certezas y seguridades. Lo que hay que hacer es….todos tenemos una teoría, una fórmula, una varita, twitter y facebook.

Uno de los últimos dogmas registrado, con claros antecedentes en el nihilismo que tan bien retratado salía en aquella película de los Cohen que protagonizaba “el nota”, Jeff Bridges, es ese que afirma que todo es igual en las opciones políticas del sistema. No que todo es parecido, no que todo es casi igual, sino que todo es idéntico, indiferenciable. Maximalismo al canto. Pues no señor. Una cosa es decir, y explicar, que dentro del sistema el margen de acción es mínimo, y otra, bien diferente, afirmar sin tembleques que da lo mismo ocho que ochenta.

El sistema utiliza sus dos manos, la derecha o la izquierda, según sople el viento. Y si el viento se vuelve ventarrón recurre al fascismo. Izquierda y derecha están una a cada lado como atinadamente explicaba Coco en Barrio Sésamo. Si uno se da la vuelta las cosas son al revés.

Ante la insistencia de algunos en igualar izquierdas y derechas, por situarse ellos más allá, con afanes dignos de causas más prácticas, recojo una cita de hace casi un siglo para recalcar lo poco novedoso de semejante posición. Dice Ortega y Gasset en los años veinte (y lo recoge Gregorio Morán en su esclarecedor libro “El maestro en el erial”): “En la política que ahora viene derechas e izquierdas son cantidades muy secundarias y, en cierto modo, inexistentes. Derechas e izquierdas no son todo el mundo. Derechas e izquierdas son unos cuantos fantasmas mancos del pasado”. Tan mancos eran que Ortega, el racista, admirado por los falangistas a quienes nunca criticó, no dudó en volver a la España de los cuarenta a dar conferencias ante el busto del caudillo, aquel que ganó una guerra en la que los dos hijos del filósofo estuvieron a sus órdenes pistola en mano.

Que derecha e izquierda son términos relativos es físicamente tan evidente que abochorna explicarlo. Lo que está a la izquierda o la derecha del punto de referencia varía si ese punto se mueve. Lo que tengo a mi derecha deja de estarlo si me muevo en esa dirección. En política es igual. No es lo mismo hablar de derechas e izquierdas en la Unión Soviética que en el Chile de Pinochet. La izquierda del régimen militar que acabó con Allende, o la derecha del PCUS, son relativas a un hipotético centro marcado por el poder. Es decir, la aguja de la brújula siempre marca el norte. Pero depende de nuestra situación. Por eso es móvil y no viene pintada sobre el fondo.

Para un comunista el psoe está a la derecha, para un democristiano no. Democristianos y comunistas, ambos dentro del sistema en muchos casos (siempre, o casi, hay excepciones) no puede decirse, sin tirar de brocha gorda, o caer en el maximalismo, que sean lo mismo.

El minimalismo, en principio, no tiene porqué ser más fiable que su contrario. De ahí que parezca aconsejable buscar eso tan complicado del equilibrio.

Perder el equilibrio conlleva, la mayoría de las ocasiones, esmorrarse contra el suelo. No parece que sea el objetivo. O si, vaya usted a saber…

1 COMENTARIO

  1. El matíz, esa cosa a veces imperceptible para los que no se ponen las gafas de cerca, porque com ver el bulto ya les basta, me temo que no está de moda…al menos en ciertos ambientes.
    Las certidumbres de brocha gorda (y la poca afición a la lectura hace el resto) son cómodas, muy, pero que muy cómodas. No requieren esfuerzo más que de memoria, con recordar la frase hecha, el eslógan de la contraportada del libro del pope de elección ya está todo resuelto.
    Y la excomunión, por supuesto, ese arma tan utilizada por la Iglesia Vaticana que luego extendió su utilidad al mundo de la izquierda. No hay nadie más dispuesto a excomulgar a uno de izquierdas que otro de izquierdas. Susan George lo expresa como «el pelotón de fusilamiento circular», donde, todos en círculo, van ddisparando contra el que se halla a su izquierda jasta que caen(mos) todas.
    ¡Cuan actual está la famosa frase de Francisco Tadeo Calomarde , ministro de Fernando VII, El Deseado (¡!) «Lejos de nosotros la funesta manía de pensar».
    Pues eso. Si la realidad no se acuerda con nuestros eslógans…¡pues peor para la realidad!
    P.D: Al parecer, hay mucha gente que oye a Abel Ortíz, o a Cortabitarte, o a Olaizola, pero que NO LOS ESCUCHA.

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies