Las renovables y la caída de Montoro y su equipo económico: ¡Recortes sí, pero no de mis negocios!
Carlos A. Montouto. Abogado
¿Será verdad que Rajoy ha decidido limpiar su gallinero económico a finales de este Agosto?. ¿Que la estela de Rodrigo Rato y sus cachorros de el “Equipo Económico”, con Cristóbal Montoro a la cabeza, han caído en desgracia tras las peleas permanentes y públicas entre Montoro, Soria y De Guindos?. ¿Qué para tratar de evitar in extremis el rescate de España programado para este Otoño desde Berlín, se ha comprometido con Merkel a portarse como un niño bueno y decapitará a Montoro y De Guindos, refundiendo de nuevo Hacienda con Economía y nombrando en su lugar a José Manuel González Páramo, ex del propio BCE?.
Las lecturas que nos harán los medios de la primera renovación del Gobierno de Rajoy, en menos de un año desde su elección, tratarán seguramente de dulcificar la sangría, pretendiendo devolver la iniciativa a Rajoy con el regreso de Javier Arenas a Trabajo en lugar de la funesta Fátima Báñez, quien se traerá con él nada menos que al ex de CC.OO. Feliciano Fidalgo (que como Jorge Verstringe en su día, es un ejemplo de transfuguismo político sin escrúpulos, a la alargada sombra de FAES), o largando al incompetente Javier Fernández Díaz de Interior para refundir la cartera con Defensa, bajo el mando de Pedro Morenés. Salir de Málaga para caer en Malagón.
Pero no, esto son quinielas y mentideros veraniegos de Sanxenxo. Lo que importa de verdad, es la pasta, la mía claro, no la de Ud. Lo que importa de verdad son las herencias (pero no la de los sociatas, sino las de nuestras familias populares) y como nos repartimos el pastel.
Verán, cuenta la historia que un triste profesor de economía en la Autónoma de Madrid, vio su oportunidad cuando el gran Merlín de las Finanzas Rodrigo Rato, utilizó el IEE (Instituto de Estudios Económicos) que a la sazón dirigía Montoro, para cimentar un entramado de asesoramiento y tráfico de influencias en el entorno de Aznar. Cuando Josemari llega a la Moncloa en el 96, Montoro ya era el mirlo blanco de Rato para lo público, y para lo privado!, al punto de ser nombrado Secretario de Hacienda en el 96 y Ministro del ramo en el 2000.
Defenestrado Aznar y su lebrel Rajoy en 2004, el entramado de un Rato emigrado al FMI se mantiene por Montoro al fundar en 2006 el despacho “Montoro & Asociados” con toda la cúpula de aquella estela: su mano derecha en sus tiempos de Hacienda, el valenciano Ricardo Martínez Rico, su propio hermano Ricardo Montoro (ex director del CIS), Luis de Guindos, Gonzalo Solana (ex presidente del Tribunal de Defensa del Competencia), y otros rellenos y manos derechas.
Esta influencia oculta dentro de Génova explica que contra pronóstico, Montoro se imponga al candidato a ministrable en 2008 para asuntos económicos, Manuel Pizarro, y pase a convertirse en portavoz para esos asuntos en la oposición, pensando en volver a Hacienda y de paso echar tierra sobre el turbio asunto de Gescartera (por el que cayeron su sucesor en la Secretaría de Estado de Hacienda, Giménez Reyna y la Presidenta de la CNMV) y las cada vez más evidentes acusaciones de “lobby” que ya entonces salpicaban sus actividades privadas. Para limpiar su imagen y desvincularse oficialmente de su pasado vende sus participaciones en “Montoro & Asociados”, pero manteniendo incólume la estructura del lobby. A partir de entonces, los “hombres de Rato” pasan a llamarse “Equipo Económico”, liderado por su discípulo el valenciano Ricardo Martínez Rico.
Pero los pasados turbios son como los fantasmas, que siempre le persiguen a uno. Y las fidelidades en los negocios sucios, como las apuestas, hay que pagarlas, si uno quiere dormir tranquilo. Así que mientras la Prima de Riesgo ahoga, los recortes no funcionan, y el mensaje prepotente de “tenemos lo que merecemos, hemos gastado estos años más de lo que podíamos, no hay espacio de la administración pública que no pueda ser recortado”, se repite por Montoro a cada comparecencia, las cuentas y deudas privadas del pasado le estallan en la cara este pasado Julio, cuando el Mº de Industria y Energía, José Manuel Soria monta en cólera por las intromisiones de Montoro en la regulación (recorte en las ayudas) de las energéticas (eléctricas, renovables, etc.) que su Ministerio estaba preparando, al punto que La Gaceta hace pública una investigación sobre las conexiones entre “Equipo Ecónomico” (con Montoro en la sombra) y la multinacional española “Abengoa”, fuerza dominante en el sector de las renovables.
Como en los tiempos de Franco, entre el OPUS y los tecnócratas tachados a veces de liberales, en la sede de Génova también anidan dos sectores de influencia contrapuesta: la extrema derecha nacional-católica reciclada en el entorno de FAES y Aznar, y la peste banquero-financiera que desde los 80 se comió a los dos grandes partidos en España. Que ambas facciones convivan no significa que la lucha por el poder en casa, no continúe. Por eso un personaje tan conspicuo como outsider en estos tiempos, como Federico Jiménez Losantos, no pierde en segundo en calificar desde su atalaya radiofónica a “Abengoa” como “la cueva de Alí Babá, pero en legal”.
Así que no es casualidad que la investigación sea de La Gaceta y revele que los enfrentamientos en el Gobierno de Rajoy se deben a los intentos de Montoro de bloquear el proyecto de ley de Soria para homogenizar la fiscalidad de todo el sector energético. Dicho de otro modo, que el reparto de subvenciones estatales para las fotovoltáicas, eólicas y termosolares sea igualitario. Sin embargo Montoro habría pretendido que en la nueva regulación se hiciera una excepción con las termosolares, para las que de mantenerse la ley actual, según El Economista, de los 185M€ recibidos en 2010 se pasara a 2.400M€, que se convertirían según La Gaceta en 50.000M€ del Estado, en los próximos 25 años (duración comprometida de las ayudas al sector). Este trato de favor resulta aun más chocante si se tiene en cuenta que con esta ratio las ayudas a las termosolares superarían incluso a las tradicionales fotovoltaicas (las eléctricas de toda la vida), y que a diferencia de éstas y las eólicas que ya han sufrido serios recortes desde 2009 en pérdida de subvenciones y empleos, las termosolares han seguido viento en popa.
Entonces, ¿por qué Montoro se mete en camisa de once varas ajena a su Ministerio?. La respuesta se encuentra en las empresas que controlan el sector de las termosolares, encabezadas por el grupo “Abengoa” con 23,5% seguido de ACS de Florentino Pérez y de Acciona. Sin embargo las termosolares solo aportan un 9,9% del total de gigavatios consumidos por hora en régimen general, pero reciben del Estado 272€ por megavatio/hora producido, mientras la eólica sólo recibe 42€ y la fotovoltaica 400€.
¿A que se debe pues este trato de favor constante desde 2009?. La respuesta se encuentra en la nómina del Consejo de Administración de “Abengoa” la principal favorecida por este reparto. Como en Bankia, la forma del sector privado de comprar el trato de favor desde lo público, es siempre repartir prebendas y aparente representación entre los grupos políticos con capacidad de decisión. De esta forma, todos contentos, menos los accionistas y usuarios, cada vez que la burbuja de la avaricia desborda los límites de lo razonable y a los mercados (que participan de la misma estrategia) no les queda otra que pasar la factura.
Atentos a los cambios de gobierno, como toda multinacional que se precie, unos meses antes de las elecciones de Noviembre, “Abengoa” sustituyó en su Consejo al hermano del socialista Miguel Sebastián, entonces Mº de Industria con ZP, por el omnipresente Ricardo Martínez Rico, para asegurarse la influencia sobre Montoro y el Equipo Económico del Gobierno de Rajoy (¿o seguía siendo el de Rato y Montoro?). Como se aprende en Económicas, una buena inversión consiste en diversificar. Así que junto a Martínez Rico se sientan en el Consejo, un tal José Borrell (¿les suena?) y Luis Solana (hermanísimo de Mr. PESC) o el expresidente de Iberia con el PSOE, Javier Salas, y al ex presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, por el bando socialista, y Javier Rupérez y Ramón de Miguel por el lado del PP; pero sobre todo el clan Aza (Alberto Aza Arias –ex Secretario de la Casa Real- y su hijo Alberto Aza Custodio –socio de Equipo Económico con Martínez Rico-). Por si faltaba alguien, la Casa Real está oficialmente representada por el primo del Rey, Carlos de Borbón Dos Sicilias. Así que, quién se puede extrañar de que Federico tire con bala en la radio. Lo raro es que a la vista del consorcio, el 15-M no actualice su eslogan para pasar a redefinirlo como “Zarzuela, PSOE, PP: La misma mierda es!”.
Ni siquiera las vacaciones han servido para disminuir la tensión. “Abengoa” nunca ha aclarado si paga a “Equipo Económico” por asesoramiento (facturó 5,2M€ en 2011, en plena crisis), pero las conexiones directas con Casa Real y este despacho privado de una parte, y las presiones de Montoro sobre Soria en el Consejo de Ministros por otro, que se han vuelto a hacer públicas otra vez en Agosto, justo antes de la renovación ministerial, no parecen dejar lugar a dudas. Los hombres de negro no vienen de Europa, los hombres de negro están en casa, y se van a quedar para seguir haciendo sus negocios a costa del Estado, ese que tendrá que ser rescatado porque nos gastamos lo que no teníamos, según ellos. Lo malo es que no lo gastamos nosotros, lo gastaron ellos.
¿Feliciano Fidalgo? ¿Javier Fernández Díaz? Por favor, escriban bien los nombres. Ya sé que es un maremágnum nombrar a tantas personas distintas en un artículo tan largo, pero un poco más de cuidado porque estos errores hacen mal efecto.